Allá por el 26 de Febrero de 1910 tres amigos tuvieron un sueño y junto a un grupo de vecinos de San Isidro, decidieron hacerlo realidad.

Ese sueño era que el entonces deteriorado puerto recobrara su prestigio y a la vez constituir un club de aficionados náuticos.
Así nació el Club Náutico San Isidro con dos objetivos básicos: el social y el deportivo.

 


El ámbito geográfico fue determinante para los deportes fundacionales,
la náutica y la natación, a su vez estrechamente ligados al aspecto social. 

La familia ocupó siempre el primer lugar, y la principal preocupación de sus autoridades ha sido propiciar su unión. Siendo la familia la célula básica de cualquier sociedad, también lo sería del Náutico, que desde sus inicios consideró a la mujer como socia. Éste fue un aspecto novedoso para la época, ya que la mayoría de los Clubes de entonces eran exclusivamente para hombres.

La primera actividad deportiva, en sumarse a las iniciales, fue el tenis, con dos canchas inauguradas en 1918, hasta llegar a las 18 actuales, 14 en la isla Sarandí y 4 en la isla Nazar Anchorena.


El espíritu del Náutico no está en los ladrillos ni en la tierra, sino en la forma que éstos se hacen funcionales a sus principios y valores, y principalmente a las expectativas de sus socios.

Muchos socios gracias al apoyo inicial dado por el Náutico, pero mucho más por sus propios méritos, participaron y conquistaron títulos mundiales y algunas medallas Olímpicas, trascendiendo el ámbito del club y representando con honor a nuestro país.

 

Desde el punto de vista de su capacidad organizativa, innumerables acontecimientos deportivos, nacionales e internacionales, jalonan la vida del Náutico, prestigiando y poniendo a la Institución a la vanguardia en las distintas disciplinas. Se destacan por su relevancia los logros alcanzados en la organización de competencias internacionales de yachting y de tenis.


Mucho ha evolucionado el Náutico, desde el primer sloop adquirido en 1914 a la flota de barcos que hoy posee; desde los primitivos terrenos fangosos a la cancha de golf, las canchas de tenis o el conjunto de piletas que vinieron a reemplazar al río contaminado; desde aquella precaria casilla de madera que constituyó su primera sede social hasta el actual edificio.

El espíritu, inspirado por los Fundadores, es el que permite a los actuales 15.000 socios valorar, compartir y disfrutar lo que tiene y lo que es el Club Náutico San Isidro requiere mantener la vigencia de esos valores que dieron vida plena a esta Institución.